Página principal

viernes, 29 de agosto de 2014

Animales en la mitología y en la superstición.


Muchos pueblos de la antiguedad adoraban a los animales; los consagraban como dioses; simbolizaban con ellos hechos o fenómenos de la naturaleza y les atribuían poderes capaces de influir en la suerte del hombre.
Egipto, Roma y Grecia se destacaron por sus mitos zoólogicos. Los egipcios adoraban a un buey. Los romanos a la cabra de Amaltes, que amamantó a Júpiter, el padre de los dioses, y se había convertido en una estrella. Los griegos representaban las olas por medio de impetuosos caballos de crines flotantes.
Los guaraníes concibieron también animales fabulosos, que de uno u otro modo asomaban a la vida del hombre, sin que éste jamás los haya convertido en objetos de culto.



Mbói Tü'i

Teju Jagua

Los principales animales de la mitología guaranítica son: el jaguarú, el teju jagua,el apyitatá y el mbói tü'i.
El primero un morador de los lugares húmedos y oscuros, según la etimología de su nombre, era una mezcla de felino y anfibio, con cabeza de tapir. El último de su especie fue aniquilado en Yaguarón.
El teju jagua o Taragui, era un lagarto - tigre; igual que el escarabajo egipcio, tenía la misión de custodiar los tesoros de la naturaleza. Apareció sobre el margen del Paraná, levantando una piedra de cien codos de alto, el Ytapúa que un día se sumergió con mucho ruido; sus vestigios, unas rompientes de viva roca, conservan el nombre de teju kuaré. Se lo describía como un animal de ojos centelleantes, revestido de escamas replandecientes, ásperas y escabrosas. El hálito de su boca era mortal; su visión desconcertaba al hombre y hacía naufragar las embarcaciones.
El apyi - tata o aguaí -pytä, o ápice de fuego era amorfo y oscuro, una lumbre por cola u ojo y el don de revivir. El hombre que lo poseía podría afrontar los mayores peligros sin temor a la muerte.
Mbói jagua era un sepertón de dos cabezas, una de anfibio y otra de jaguar, devoraba al hombre.

Mbói tü'i: víbora con cabeza de cotorra parlera, revelaba los hechos ocultos y hacía de oráculo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario