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lunes, 13 de junio de 2011

Un oasis de arroz, al estilo japonés



El distrito de Fulgencio Yegros, Caraguatay, no cuenta con un profesor de técnicas de cultivo y mejoramiento de suelo, vacío que ahora es llenado por Ryosuke Koshi desde las huertas escolares. “Como no podemos comprar abono, hicimos nuestros propios fertilizantes con pasto, que aquí es gratis. Utilizamos abono orgánico para no causar daño al ambiente. No requerimos nada químico”, explica al conducir por un lodazal hacia su pequeña parcela experimental de arroz.

“Todo el mundo sabe cultivar y consumir tomate y locote de su huerta, pero no conoce de otras hortalizas. Por eso también quisimos implementar otros rubros como coliflor, brócoli y hortalizas comunes en Japón”.
Pero ahora acapara la atención su nuevo experimento de cultivo de arroz con la ayuda de Hiroshi Hisaoka, un veterano poblador de origen japonés. “Esta es una prueba de que se puede producir arroz en esta zona. Voy a probarlo y registrarlo completamente desde la siembra hasta la cosecha y luego voy a difundirlo entre los agricultores para que tengan trabajo en verano. Normalmente dejan los campos sin trabajar en esta época”.

En verano los agricultores de la zona de Caraguatay mantienen ociosas sus chacras. “No tienen ganancias en verano. Yo les quiero dar trabajo y rubros de autoconsumo. Por lo general tampoco tienen comida suficiente para sus familias todo el año”.

La variedad que planta Koshi fue traída por los colonos japoneses al sur del país. “Estoy haciendo propaganda de este arrozal en agua. Obviamente se necesita una naciente o un arroyo. Como es difícil conseguir grandes extensiones así, propongo que sea para consumo familiar”, recomienda.

El proceso de cosecha y pelado del arroz en Japón se realiza con máquinas pero aquí van a aprender a hacerlo en forma manual con los colonos. La siguiente plantación ya se hará con el agricultor paraguayo. “Ellos siempre cultivan en invierno y en verano tienen sandías y hortalizas y no tienen otro cultivo importante que les pueda generar rentas”.

Una hectárea de este arroz rinde unos 5.000 kilos. “En el caso del sésamo hay que pelear por el precio internacional, pero el arroz no, se come y se vende el resto”, dice Hisaoka al destacar que el clima más favorable para esta especie es el agua y el calor, esenciales para el mejor arroz.
Fuente: ABC Color.

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